miércoles, 19 de mayo de 2010

Sopor


Las manillas del reloj parecen estar dormidas.
Por un momento llego a acercar la muñeca a mi oreja para ver si es cierto que está parado, pero no lo está. Los paísajes pasan, uno tras otro me muestran algo, pero no todo lo que encierran.
Por la ventanilla se ve como va pasando la tarde y con ella los animales se van recogiendo- aunque yo no los vea- a sus nidos, a las madrigueras; y todo se va apagando a un ritmo ténue, lento y relajante.
Esta sensaciòn de laxatud me sumerge en un sopor que me llama, poco a poco a cerrar los ojos para dormir un ratito, tranquilamente...hasta la siguente estación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario